Dos Reyes: Saúl y Jesús
Leyendo con atención 1S 28,4-25.31,1-13
(1S 29-30 cuenta una aventura de David), se me ocurrió que había
un paralelo entre el final de la vida de Saúl, el primer rey de
Israel, y el de la vida de Jesús, el último y definitivo
Rey de los Judíos. Como si Jesús hubiera querido redimir,
haciéndolo bien, lo que Saúl había hecho mal.
Hice el cuadro sinóptico
poniendo al lado del texto de Los LXX el griego del NT, para hacer coincidir
palabras y frases y oír mejor las resonancias literarias. Pero no
sé si objetivamente, o "científicamente", como se ha puesto
de moda decir en teología, hay manera de ver una correspondencia
histórica o literaria entre la "pasión" de Saúl y
la Pasión de Jesús. Y mucho menos, si los Evangelistas tuvieron
la intención literaria de comparar el final del último Rey
de Israel con el del primero. A lo mejor lo que yo he oído, con
griego o sin griego, son músicas celestiales. Para pronunciarse
sobre eso, doctores tiene la Iglesia. Uno no es más que bachiller:
ni siquiera el "católico culto" ese de la solapa de los libros de
la B.A.C., porque no he leído más que cuatro o cinco. Las
notas, que a lo mejor parecen muy "científicas", las he puesto sólo
para que, si esto lo lee alguien que no esté de acuerdo, me corrija
los disparates que encuentre si tiene ganas y tiempo.
Lo que sigue son apuntes de ejercicios
espirituales de cuatro años, hechos sin director. Así que
darlo a leer, es como el tirarse al ruedo de un espontáneo que además,
es ya demasiado viejo y se ha puesto demasiado gordo para llegar a torero.
Escrito devoto, ocurrencias venidas discurriendo y raciocinando
e intentando hallar alguna cosa que haga un poco más declarar
o sentir la historia (EE §2). Esto me salve.
Si mis discursos y raciocinios
(a mí, lo que no me pasa por la cabeza, no me llega al corazón)
le sirven a alguien, a lo mejor es que el Espíritu me sopló
algo. Cualquiera sabe.
SILENCIOS
1.
1S 28,4-5 || Mt 26,3-6.36-38a
Los extranjeros se reúnen
y acampan en Sunam para luchar cara a cara contra el primer rey de Israel.
Éstos son extranjeros de verdad, filisteos.
Unos mil años más
tarde, otros filisteos, de esos que hacen parecer mentira lo que es verdad,
se reúnen en casa de Caifás para coger a traición
y matar al último y definitivo Rey de Israel. Como previsto. Porque
ya sabía Jesús lo que le iba a pasar
(1). Hubiera podido quedarse en Galilea.
Jesús, en Betania, ha decidido
ir al encuentro de su destino. A Saúl, el destino se le viene encima.
Saúl reúne a todo
Israel. Jesús, sólo a los suyos, para rezar. Y de entre los
suyos, para que lo acompañen de más cerca, sólo a
tres. Los dos, Jesús y Saúl, le tienen miedo a la muerte.
A Saúl, el peligro le hiela la sangre porque Dios le ha vuelto la
espalda. A Jesús le sangra el corazón porque su pueblo le
ha vuelto la espalda a Dios.
Los dos saben que vienen a por
ellos, y los dos van a dar la cara.
2.
1S 28,6-7 || Mt 26,38b
Saúl hace todo lo posible
para restablecer la comunicación con el Cielo, pero hay avería
en el servicio: los mediums no entran en trance, los urim no funcionan,
a los inspirados no les viene la inspiración.
Entonces, como el Cielo no contesta,
intenta comunicar con el infierno y manda a que le busquen a una bruja,
de esas que él mismo había ordenado quitar de en medio para
suprimir el peligro de idolatría. Será porque a alguna habrá
dejado, para los casos de urgencia como el presente.
Como todos los que no creen o no
se fían de Dios, Saúl es muy crédulo. A pesar de que
ya está advertido, de que ya le ha dicho Samuel que pecado de
agüero es la rebelión, y maldad e idolatría la obcecación
(1S 15,23), todavía se cree que va a poder manipular a Dios sirviéndose
del espíritu de Samuel. ÖA menos que quiera manipularse a sí
mismo, ser "positivo": que le haya tomado ya gusto a las terapias
(2) . Pero en malas manos se va a poner. Atando cabos,
se puede deducir que esta señora, que el hebreo llama "tía
de la pelleja" (3) , y los
LXX "ventrílocua" (4), probablemente
hacía resonar la voz del "muerto" en una pelleja inflada, o en su
propio estómago.
En Getsemaní, Jesús
les dice a los suyos que se queden allí con Él y que no se
duerman.
* * *
A los dos les hace sufrir el silencio
de Dios.
Para Saúl, ese silencio
es vacío, desquicio y desgracia (5)
. Quiere manipular el más allá porque no sabe llenar el silencio
con la oración. Y en ese hueco sin Presencia resuenan mucho más
los sobresaltos, el pánico, los fantasmas, los problemasÖ.
Para Jesús el silencio es
escucha, aguante, vigilia y vigilancia, en esa sequedad del alma, requemada
por el misterio del mal, que espera para refrescarse el hálito rociado
de silencio (6) con que el Padre habla cuando es hora.
(1) Mt 20,17-19.
vuelta
(2) 1S 16,14-23.
vuelta
(3) <ba`àlat-´ôb>.
A José lo llaman sus hermanos "el tío de los sueños",
<ba`al hahàlómôt> (Gn 37,19). vuelta
(4) <e)ggastrímythos>.
La Vulgata la llama <mulier pythonem habens>. ¿Que tiene una
serpiente? ¿Un espíritu profético? vuelta
(5) 1S 16,14
vuelta
(6) <qôl d'mámâ
daqqâ> 1R 19,12.