EL ENTIERRO

22.

1S 31,11-13 || Mt 27,57-61

Los valientes de Jabes de Galaad caminan toda la noche hasta Betsán, descuelgan a escondidas los cuerpos de Saúl y Jonatán, los llevan al pueblo y los queman. Después recogen los huesos y los entierran. Ayunan siete días.
Llegada la tarde, José de Arimatea, miedoso según Juan (34) , atrevido según Marcos (35)  y valiente según Lucas (36) , descuelga el cuerpo de Jesús con permiso de Pilatos. A Jesús lo entierran entero. María Magdalena y la otra María se sientan delante del sepulcro.
Aquí acaba la vida del hijo de Qis. La del Hijo de David continuará.

* * *

…A menos que María, treinta y tres años antes, haya cantado el Magníficat sin razón.
Cuando Roger Garaudy se hizo moro, decía que entró en el Islam con la Biblia debajo de un brazo y el Capital debajo del otro. Lo del Capital, bueno. Con la Biblia, se hizo un lío.
Porque si Mahoma tiene razón y Jesús no es Dios, entonces Jesús fue uno de tantos hombres justos y honrados que quisieron cambiar el mundo. Es decir, otro tonto olvidado por el Dios perezoso que se pasó durmiendo lo de Auschwitz, Hiroshima y Ruanda. U otro cobarde que no supo matarse a tiempo.
Pero si Jesús es Dios, entonces Dios se deja asesinar porque no quiere matar a los asesinos, que son hombres aunque no lo parecezcan y que cuentan para Él hasta el último minuto, porque Él los modeló. Por algo la palabra para el amor cristiano está tomada del vocabulario del arte: no es ni <erân>, querer o desear, ni <phileîn>, tener amistad, ni <stérgein>, estar encariñado, sino <agapeîn>, apreciar, o mejor, valorar, tener en mucho (37) , que es precisamente lo contrario de desentenderse.
Entre vosotros no hay extranjeros (Is 43,4.12).

Sinopsis en griego (.pdf)



(34) Jn 19,38. vuelta
(35) Mc 15,43. vuelta
(36) Lc 23,51. vuelta
(37) Aristóteles se ríe de los poetas que tienen en tanto <hyperagapôsi> sus poesías, que se encariñan  <stérgontes> con ellas como si fueran hijas suyas (Ética 1167 b 33).


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